jueves, 27 de enero de 2011

Expectación por un ensayo de vacuna contra el Alzheimer

«La valoración no puede ser más positiva. Por fin tenemos algo que abre una ventana a la esperanza», señalaba ayer el neurólogo Gurutz Linazasoro, al referirse a la vacuna contra el Alzheimer que una empresa aragonesa comenzará a ensayar en humanos a finales de febrero, para probar que no es tóxica ni tiene efectos secundarios.
El investigador aragonés Manuel Sarasa ha desarrollado junto a su equipo esta vacuna terapéutica activa, es decir, que se administra cuando la enfermedad se encuentra en sus primeros estadios de desarrollo. Su objetivo, según ha dado a conocer el científico, es detener la principal lesión cerebral vinculada al Alzheimer: la producción de placas amoldes. La vacuna produciría anticuerpos encargados de eliminar el beta amiloide 40 y 42, que son las causantes de la neurodegeneración cerebral.
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REGALA MEMORIA

Enfermedad de Alzheimer







GENERALIDADES
La enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Se caracteriza en su forma típica por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales, a medida que las células nerviosas (neuronas) mueren y diferentes zonas del cerebro se atrofian. La enfermedad suele tener una duración media aproximada después del diagnóstico de 10 años, aunque esto puede variar en proporción directa con la severidad de la enfermedad al momento del diagnóstico.
La EA es la forma más común de demencia, es incurable y terminal, que aparece con mayor frecuencia en personas mayores de 65 años de edad. Los síntomas iniciales son la inhabilidad de adquirir nuevas memorias y suelen ser confundidos con actitudes relacionadas con la vejez o a estrés. Ante la sospecha de EA, el diagnóstico se realiza con evaluaciones de conducta y cognitivas, así como neuroimágenes, de estar disponibles. A medida que progresa la enfermedad, aparecen confusión mental, irritabilidad y agresión, cambios del humor, trastornos del lenguaje, pérdida de la memoria de largo plazo y una predisposición a aislarse a medida que los sentidos del paciente declinan. Gradualmente se pierden las funciones biológicas que finalmente conllevan a la muerte. El pronóstico para cada individuo es difícil de determinar. El promedio general es de 7 años, menos del 3% de los pacientes viven por más de 14 años posterior al diagnóstico.

PATOGENIA
La enfermedad de Alzheimer se caracteriza por la pérdida de neuronas y sinapsis en la corteza cerebral y en ciertas regiones subcorticales. Esta pérdida resulta en una atrofia de las regiones afectadas, incluyendo una degeneración en el lóbulo temporal y parietal, partes de la corteza frontal y la circunvolución cingulada.


CUADRO CLÍNICO
PREDEMENCIA
Los primeros síntomas, con frecuencia, se confunden con la vejez o estrés en el paciente. Una evaluación neuropsicológica detallada es capaz de revelar leves dificultades cognitivas hasta 8 años antes de que la persona cumpla los criterios de diagnóstico. Estos signos precoces pueden tener un efecto sobre las actividades de la vida diaria. La deficiencia más notable es la pérdida de memoria, manifestada como la dificultad de recordar hechos recientemente aprendidos y una inhabilidad para adquirir nueva información. Dificultades leves en las funciones ejecutivas (atención, planificación, flexibilidad y razonamiento abstracto) o trastornos en la memoria semántica pueden también ser síntomas en las fases iniciales de la EA. Puede aparecer apatía, siendo uno de los síntomas neuropsiquiátricos persistentes a lo largo de la enfermedad. 

DEMENCIA INICIAL
Los síntomas van desde una simple e insignificante, pérdida de memoria (como la dificultad en orientarse uno mismo en lugares como calles al estar conduciendo el automóvil), hasta una constante y más persuasiva pérdida de la memoria conocida como memoria a corto plazo, presentando dificultades al interactuar en áreas de índole familiar.
Además, una pequeña porción de los pacientes presenta dificultades para el lenguaje, el reconocimiento de las percepciones (agnosia) o en la ejecución de movimientos (apraxia) con mayor prominencia que los trastornos de la memoria. La EA no afecta las capacidades de la memoria de la misma forma. La memoria a largo plazo o memorias episódicas, y la memoria semántica o de los hechos aprendidos, se afectan en menor grado que las capacidades para aprender nuevos hechos o el crear nuevas memorias.


DEMENCIA MODERADA
Conforme la enfermedad avanza, los pacientes pueden realizar tareas con cierta independencia, pero requerirán asistencia en la realización de tareas más complejas. Paulatinamente llega la pérdida de aptitudes, como las de reconocer objetos y personas. Además, pueden manifestarse cambios de conducta como arranques violentos incluso en personas que jamás han presentado este tipo de comportamiento.
Los problemas del lenguaje son cada vez más evidentes debido a una inhabilidad para recordar el vocabulario, lo que produce frecuentes sustituciones de palabras erróneas (parafasia). Las capacidades para leer y escribir empeoran progresivamente.También empeoran los trastornos de la memoria y el paciente empieza a dejar de reconocer a sus familiares y seres más cercanos. La memoria a largo plazo, que hasta ese momento se mostraba intacata, se deteriora.
Las manifestaciones neuropsiquiátricas más comunes son las distracciones, el desvarío y los episodios de confusión al final del día, así como la irritabilidad y la labilidad emocional, agresión no premeditada e incluso la resistencia a las personas a cargo de sus cuidados. 
También puede aparecer la incontinencia urinaria. Estos síntomas estresan a los familiares y a personas a cargo del cuidado del paciente y pueden verse reducidos si se le traslada a un centro de cuidados a largo plazo.

DEMENCIA AVANZADA
Conforme la enfermedad avanza, los pacientes pueden realizar tareas con cierta independencia, pero requerirán asistencia en la realización de tareas más complejas. Paulatinamente llega la pérdida de aptitudes, como las de reconocer objetos y personas. Además, pueden manifestarse cambios de conducta como arranques violentos incluso en personas que jamás han presentado este tipo de comportamiento.
Los problemas del lenguaje son cada vez más evidentes debido a una inhabilidad para recordar el vocabulario, lo que produce frecuentes sustituciones de palabras erróneas (parafasia). Las capacidades para leer y escribir empeoran progresivamente.También empeoran los trastornos de la memoria y el paciente empieza a dejar de reconocer a sus familiares y seres más cercanos. La memoria a largo plazo, que hasta ese momento se mostraba intacata, se deteriora.
Las manifestaciones neuropsiquiátricas más comunes son las distracciones, el desvarío y los episodios de confusión al final del día, así como la irritabilidad y la labilidad emocional, agresión no premeditada e incluso la resistencia a las personas a cargo de sus cuidados. 
También puede aparecer la incontinencia urinaria. Estos síntomas estresan a los familiares y a personas a cargo del cuidado del paciente y pueden verse reducidos si se le traslada a un centro de cuidados a largo plazo.


DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa primero en la historia y la observación clínica, basada en las características neurológicas y psicológicas, así como en la ausencia de condiciones alternativas: un diagnóstico de exclusión. Durante una serie de semanas o meses se realizan pruebas de memoria y de funcionamiento o evaluación intelectual. También se realizan análisis de sangre y escáner para descartar diagnósticos alternativos.
Se ha conseguido aproximar la certeza del diagnóstico a un 85%, pero el definitivo debe hacerse con pruebas histológicas sobre tejido cerebral, generalmente obtenidas en la autopsia. Las pruebas de imagen cerebral—(TAC), (RMN), (TEP)—pueden mostrar diferentes signos de que existe una demencia, pero no especifica de cuál se trata.
Por tanto, el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer se basa tanto en la presencia de ciertas características neurológicas y neuropsicológicas, como en la ausencia de un diagnóstico alternativo y se apoya en el escáner cerebral para detectar signos de demencia.
Una vez identificada, la expectativa promedio de vida de los pacientes que viven con la enfermedad de Alzheimer es aproximadamente de 7 a 10 años, aunque se conocen casos en los que se llega antes a la etapa terminal, entre 4 y 5 años; también existe el otro extremo, donde pueden sobrevivir hasta 21 años.

TRATAMIENTO
En la actualidad no existe cura para la enfermedad de Alzheimer, pero sí tratamientos que intentan reducir el grado de progresión de la enfermedad y sus síntomas, de modo que son de naturaleza paliativa. El tratamiento disponible se puede dividir en farmacológico, psicosocial y cuidados.
·Intervención psicosocial: Existen ciertas evidencias de que la estimulación de las capacidades cognitivas ayuda a ralentizar la pérdida de estas funciones y habilidades. Esta estimulación consiste en trabajar aquellas áreas que aún conserva el paciente, de forma que el entrenamiento permita compensar las pérdidas que el paciente está sufriendo con la enfermedad.
·Cuidados: Los cuidados por terceros son una medida vital para imposibilidad de autosuficiencia y deben ser abordados cuidadosamente durante el curso de la enfermedad. A medida que progresa la enfermedad, pueden aparecer distintas manifestaciones médicas, como las enfermedades orales y dentales, úlceras de presión, desnutrición, problemas de higiene o infecciones respiratorias, urinarias, entre otras. El manejo cuidado del paciente puede prevenir dichos problemas, pero de llegar a aparecer, deben ser tratados bajo supervisión médica. Durante las etapas finales de la enfermedad, el tratamiento se centra en mantener la calidad de vida hasta el fallecimiento.


PREVENCIÓN 

Algunos estudios indican que los componentes de una dieta mediterránea, que incluyen frutas y vegetales, pan, cebada y otros cereales, aceite de oliva,pescados y vino tinto, pueden (de manera individual o colectiva) reducir el riesgo y el curso de la enfermedad de Alzheimer. Varias vitaminas, tales como la vitamina B12, B3, C o el ácido fólico parecen estar relacionadas con una reducción del riesgo de la EA.
A pesar de que los riesgos cardiovasculares (como la hipercolesterolemia, hipertensión arterial), la diabetes y el tabaquismo, están asociados a un mayor riesgo de desarrollo y progresión de la EA. Las estatinas, que son medicamentos que disminuyen la concentración de colesterol en el plasma sanguíneo, no han sido efectivas en la prevención o mejoramiento de la EA.


Otros fármacos y terapias, como el reemplazo de hormonas en las mujeres, han dejado de ser aconsejadas como medidas preventivas del Alzheimer. 

domingo, 23 de enero de 2011

La lactancia protege a sobrevivientes de cáncer

Las mujeres que han sobrevivido cáncer infantil podrían beneficiarse si amamantan a sus bebés, según una investigación.

Las sobrevivientes de cáncer a menudo presentan un mayor riesgo de trastornos como obesidad o fragilidad en los huesos.

Pero científicos del Hospital Infantil de Investigación St Jude, en Memphis, Estados Unidos, concluyen que la lactancia pude ayudar a neutralizar estos riesgos

sábado, 22 de enero de 2011

Genética del cáncer de tiroides "made in Galicia"

La única manera de saber si un nódulo en el tiroides es benigno o, por el contrario, tumoral, es examinarlo. Pero en un porcentaje de casos, ni siquiera la morfología por sí sola basta para hacer esta distinción, que afecta no sólo al diagnóstico, sino al tratamiento que tendrá que seguir el paciente. Un grupo de investigadores gallegos acaba de patentar una combinación de cuatro genes que facilitará esta tarea en el futuro.
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domingo, 16 de enero de 2011

Una alimentación sana

Enfermedades transmisibles

"En los países de bajos ingresos, una de cada dos personas muere por una enfermedad infecciosa en una edad temprana. Deberían haberse evitado la mayor parte de esas defunciones. ¿Cómo pueden las familias, las comunidades y los países alcanzar sus sueños con esa carga? El desarrollo saludable elimina esos obstáculos y ayuda a las personas y los países a alcanzar todo su potencial. Si el mundo invierte en estrategias prioritarias de lucha contra las enfermedades infecciosas, pueden evitarse muchas de esas muertes y esos sufrimientos." OMS

martes, 4 de enero de 2011

A TU SALUD


Cada día mueren en el mundo 8000 personas a causa de enfermedades que pueden curarse. Ayuda a tratar a miles de enfermos olvidados.
Tú las tomas, otros se curan.